Hace mucho que no escribo en mi blog sobre ningún tema, pero creo que hoy debía hacerlo y no es el típico post que suelo escribir en él, pero no os preocupéis que iré retomando la actividad normal.

Sé que este post me va a traer mas de un dolor de cabeza, pero desde hace un tiempo y tras los acontecimientos vividos hace unos días, me duelen más las vísceras que otra cosa. Para la gente que no me conoce o no me quiere conocer y solo se quedara con frases sueltas de este post que justifiquen o refuercen sus argumentos y no con el conjunto de lo que se opina en él, les diré que soy una persona desde muy pequeña que cuando ve una injusticia o lo que cree que es una injusticia por los valores que me han dado mis padres aunque no tenga nada que ver conmigo tras conocer o intentar conocer todos los puntos de vista se forma su propia opinión sin que nadie le diga que opinar (aunque a veces vaya contra marea) y si de alguna forma puede “combatir” dicha injusticia lo intenta (aunque se lleve golpes que no le pertenecen e inmerecidos). Estoy acostumbrada a no caerle bien a la gente, a que se queden solo con la capa exterior y que no profundicen (no pasa nada, lo tengo asumido, por eso cuanto más  puedo, más desagradable soy para así no perder el tiempo con gente vaga que no se molesta en escarbar un poco).

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